LE ROBAN A AMOR: Una organización de Mujeres del Oriente Antioqueño
La Asociación de Mujeres del Oriente Antioqueño, mejor conocida como AMOR, es una organización que trabaja por mujeres de 23 municipios del Oriente Antioqueño. Nació hace catorce años en El Peñol y fue gradualmente creciendo en diferentes regiones del Oriente Antioqueño. Mujeres de diferentes experiencias trabajan para capacitar y acompañar en diferentes procesos que les permite asesorarse para defender sus derechos.
“El trabajo de amor esta orientado a fortalecer y propiciar las organizaciones de mujeres como actoras protagónicas del municipio y de la región mediante procesos de formación participación y articulación con otros\as actores\as,” explico una de sus representantes.
El mes pasado, AMOR con sede en el municipio de Marinilla, se unió a la lista de organizaciones que han sido victimas de hurto de información en Colombia. Los hechos ocurrieron el 23 de abril en horas de la noche. Según una representante de la organización, por la mañana del 24 encontró a su oficina en un desorden espantoso y con evidencia clara de que sus archivos y materiales habían sido manipulados y otros robados. “Todo estaba tirado en los escritorios y los gabinetes estaban abiertos,” dice la representante. Entre los objetos robados se encontraba un CPU con el disco duro y archivos de casos, y una cámara con fotos de casos que se manejan internamente.
La sede de AMOR se encuentra dentro de un edificio en un espacio que se comparte con otras instancias y organizaciones. La ubicación de la sede esta justamente en frente del comando de Policía. Sin embargo, todavía no hay testigos de los hechos, lo cual indica que los responsables del robo lo hacen con mucha agilidad.
Últimamente, los hurtos de información se han realizado a lo largo y ancho del país. Existen casos de organizaciones de un alto perfil como Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP), Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz (APSCP) , JustaPaz, Corporación Jurídica Yira Castro, y Coordinación Nacional de Desplazados (CND), y incluyendo a nosotros como FOR, quienes continuamos repudiando estos hechos y exigiendo una intervención del Estado para ponerle fin a este patrón de robos.
Es difícil cuantificar el valor que contiene los materiales robados y las consecuencias que esto pueda tener para la seguridad de las personas quienes ejercen su labor apoyando a las comunidades en sus diversos casos. Existe un alto riesgo de que la información sea manipulada lo cual pone en alarma a centenares de personas por su seguridad y integridad.
Los hurtos son una estrategia de quien? En donde se concentra el interés de obtener cierta información manejada por las organizaciones sociales? Porque los robos están estratégicamente concentrados en instancias que ejercen su labor dentro del tema de derechos humanos?
Por parte del Gobierno Nacional de Colombia no se ha evidenciado un respuesta contundente que se proponga reaccionar para solucionar y evitar la continuidad de estos hechos. Asta el momento no se han establecido garantías para que organizaciones sociales puedan ejercer su labor con el un respaldo político al nivel nacional. El 17 de octubre del año pasado el Presidente Álvaro Uribe le dijo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Aquí cada vez que las guerrillas y sus áulicos sienten que se les puede derrotar, el recurso al cual apelan es el recurso de violación de derechos humanos.” 1 ¿ Cuando se hará un pronunciamiento público rechazando estos los hurtos de información y agresiones en contra organizaciones sociales, eclesiales e internacionales?
Vale la pena preguntar porque es que la mayoría (por no ser absolutista) de las investigaciones sobre estos casos no avanzan? El próximo mes se cumple un año que varias organizaciones, incluyendo FOR, JustaPaz, Corporación Jurídica Yira Castro, APSCP, y la CND quienes en varias ocasiones presentaron sus caso ante Carlos Franco de la Oficina de Derechos Humanos de la Presidencia y colectivamente expresaron su preocupación por la seguridad de miles de personas y instituciones que trabajan con comunidades en riesgo. Adicionalmente, 36 congresistas de EU enviaron un carta expresando su preocupación por la vulnerabilidad de organizaciones sociales de ser el blanco de hurto de información. Sin embargo, el colectivo de victimas de robo de información siguen esperando algún resultado de las investigaciones aunque todo indica que lo mas probable es que estos casos queden en la impunidad y en las primeras etapas investigación dado que están demasiado lejos de su cierre.
“El trabajo de amor esta orientado a fortalecer y propiciar las organizaciones de mujeres como actoras protagónicas del municipio y de la región mediante procesos de formación participación y articulación con otros\as actores\as,” explico una de sus representantes.
El mes pasado, AMOR con sede en el municipio de Marinilla, se unió a la lista de organizaciones que han sido victimas de hurto de información en Colombia. Los hechos ocurrieron el 23 de abril en horas de la noche. Según una representante de la organización, por la mañana del 24 encontró a su oficina en un desorden espantoso y con evidencia clara de que sus archivos y materiales habían sido manipulados y otros robados. “Todo estaba tirado en los escritorios y los gabinetes estaban abiertos,” dice la representante. Entre los objetos robados se encontraba un CPU con el disco duro y archivos de casos, y una cámara con fotos de casos que se manejan internamente.
La sede de AMOR se encuentra dentro de un edificio en un espacio que se comparte con otras instancias y organizaciones. La ubicación de la sede esta justamente en frente del comando de Policía. Sin embargo, todavía no hay testigos de los hechos, lo cual indica que los responsables del robo lo hacen con mucha agilidad.
Últimamente, los hurtos de información se han realizado a lo largo y ancho del país. Existen casos de organizaciones de un alto perfil como Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP), Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz (APSCP) , JustaPaz, Corporación Jurídica Yira Castro, y Coordinación Nacional de Desplazados (CND), y incluyendo a nosotros como FOR, quienes continuamos repudiando estos hechos y exigiendo una intervención del Estado para ponerle fin a este patrón de robos.
Es difícil cuantificar el valor que contiene los materiales robados y las consecuencias que esto pueda tener para la seguridad de las personas quienes ejercen su labor apoyando a las comunidades en sus diversos casos. Existe un alto riesgo de que la información sea manipulada lo cual pone en alarma a centenares de personas por su seguridad y integridad.
Los hurtos son una estrategia de quien? En donde se concentra el interés de obtener cierta información manejada por las organizaciones sociales? Porque los robos están estratégicamente concentrados en instancias que ejercen su labor dentro del tema de derechos humanos?
Por parte del Gobierno Nacional de Colombia no se ha evidenciado un respuesta contundente que se proponga reaccionar para solucionar y evitar la continuidad de estos hechos. Asta el momento no se han establecido garantías para que organizaciones sociales puedan ejercer su labor con el un respaldo político al nivel nacional. El 17 de octubre del año pasado el Presidente Álvaro Uribe le dijo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Aquí cada vez que las guerrillas y sus áulicos sienten que se les puede derrotar, el recurso al cual apelan es el recurso de violación de derechos humanos.” 1 ¿ Cuando se hará un pronunciamiento público rechazando estos los hurtos de información y agresiones en contra organizaciones sociales, eclesiales e internacionales?
Vale la pena preguntar porque es que la mayoría (por no ser absolutista) de las investigaciones sobre estos casos no avanzan? El próximo mes se cumple un año que varias organizaciones, incluyendo FOR, JustaPaz, Corporación Jurídica Yira Castro, APSCP, y la CND quienes en varias ocasiones presentaron sus caso ante Carlos Franco de la Oficina de Derechos Humanos de la Presidencia y colectivamente expresaron su preocupación por la seguridad de miles de personas y instituciones que trabajan con comunidades en riesgo. Adicionalmente, 36 congresistas de EU enviaron un carta expresando su preocupación por la vulnerabilidad de organizaciones sociales de ser el blanco de hurto de información. Sin embargo, el colectivo de victimas de robo de información siguen esperando algún resultado de las investigaciones aunque todo indica que lo mas probable es que estos casos queden en la impunidad y en las primeras etapas investigación dado que están demasiado lejos de su cierre.